A pesar de que los móviles Android en la actualidad incluyen generosas cantidades de memoria en su almacenamiento interno, no siempre cumplen con lo que necesitamos. La opción de la MicroSD es la mejor, aunque cada vez menos smartphones incluyen la ranura dedicada a la expansión de memoria, súmale que mover apps se ha vuelto más difícil. Cansado de probar métodos para compartir archivos terminé optando por lo más sencillo: un pendrive USB.
Así, puedo pasar las fotos del móvil al PC en formato RAW para editarlas, pero también lo conecto a mi tele con Android TV para verlas previamente en la pantalla grande. Además, llevo mi selección personal de música siempre encima, y una copia de seguridad de los archivos más importantes. Para ello, es importante considerar ciertos aspectos para no errar en la elección y configuración.
Eligiendo el pendrive adecuado
Ir a cualquier tienda de electrónica y adquirir el primer pendrive que veamos es lo más fácil (y cómodo), pero para no arrepentirme posteriormente, presté atención a algunos aspectos que en mi opinión son casi imprescindibles para realizar una buena compra.
Para empezar, la capacidad del pendrive, algo que depende íntegramente de las necesidades de cada usuario. En mi caso, con un pendrive de 128 GB tengo suficiente, pues no voy a copiar todos los archivos de mi teléfono: solo aquellos que quiero conservar, como fotos importantes, APKs de aplicaciones que no están en Play Store, o música que he ido adquiriendo a lo largo de estos años.
No sólo la capacidad importa, también la tecnología USB del «pincho». Actualmente, los puertos USB 3.0 están bastante extendidos, incluso en los televisores modernos, por lo que optar por esta versión del popular conector se antoja esencial. Eso sí, un pequeño tip: busca en la hoja de especificaciones del modelo en cuestión. No es raro encontrar pendrive USB 3.0 que siguen estancados en velocidades de lectura y escritura de la época del 2.0.
En tercer lugar, destacaría la elección de una marca confiable: SanDisk, Philips, Kingston o Samsung son algunas de las firmas más reconocidas. Buscaba una unidad de almacenamiento duradera, y en este sentido apostar por fabricantes conocidos aporta una mayor tranquilidad.
Como cuarto aspecto a considerar, el tipo de pendrive. Por regla general, la mayoría sigue manteniendo la misma forma que antaño: un dongle alargado que termina en el puerto USB, en ocasiones escondido por una pestaña. Pero también los hay con varios puertos para así conectarlo al móvil sin necesidad de un adaptador. No quise entrar este mercado, aun así no está de más saberlo.
El formateo es un paso esencial
Seguramente hayas escuchado el término «formatear» en alguna ocasión. Darle formato a una unidad de almacenamiento significa prepararla para su uso, eligiendo uno u otro tipo de sistema de archivos. En este sentido, mi pensamiento se fue rápidamente para el más común usando un ordenador con Windows: NTFS.
Sin embargo, en el caso del pendrive tuve mis dudas, y buscando la mayor compatibilidad con mis dispositivos se hacía evidente elección usar el tradicional FAT32. Pues tampoco, uno de sus límites me hizo desecharlo: no permite manejar archivos de más de 4 GB. Sólo me quedaba un cartucho, el formato exFAT, que sortea esta restricción manteniendo el resto de virtudes.
Posteriormente, para el proceso de formateo, utilicé la propia herramienta de partición de discos de Windows; perfectamente puedes usar cualquier programa para hacerlo, como Rufus (también sirve para formear). Mi recomendación es mantener el tamaño del clúster predetermindo. Ahora sí, estaba listo para empezar a utilizarlo en todos mis dispositivos inteligentes.
Así lo conecto a mis dispositivos Android
Conectar un pendrive USB a un móvil es más sencillo con opciones como la que he comentado anteriormente, esas que llevan una salida USB tipo C, facilitando la conexión. Es coser y cantar, aunque como no me decanté por ese tipo, me toca utilizar adaptadores.
Por suerte, mi smartphone más reciente, un Pixel 6A, incluye un conversor con entrada USB tipo A (el estándar). Me evitó gastarme unos cuantos euros, y ahora lo llevo siempre encima. Esto, evidentemente, en el caso del móvil. Para mi Smart TV, no necesito nada, ya que cuenta con puertos USB en su trasera.
¿He hecho fotos con el móvil y quiero guardarlas fuera de la nube? Lo conecto y las paso en un momento. ¿Actualizo mi lista offline de música con nuevos temas? Los paso desde el PC -alguna vez también desde mi Pixel- y estarán disponibles cuando no tengo acceso a Internet.
De igual manera, en la tele del salón, lo utilizo para ver vídeos que haya hecho con el móvil, y admito que en alguna ocasión he grabado programas de televisión que no me dio tiempo a ver. Las posibilidades son casi infinitas, y es que este pequeño accesorio es todo un respiro para aliviar la limitada memoria del resto de dispositivos. Puede sonar del siglo pasado, pero ya digo que merece mucho la pena.
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La noticia
Así he preparado mi pendrive USB para usarlo con el móvil, la tablet, e incluso la tele Android TV del salón
fue publicada originalmente en
Xataka Android
por
Pepu Ricca
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